La evidencia actual indica que la conducta ante la exposición al Sol de la población constituye el factor de riesgo individual más importante para el daño de la radiación UV.
El marcado aumento en la incidencia del cáncer de piel en las poblaciones de piel clara, de patologías oculares y de efectos nocivos sobre el sistema inmunológico está fuertemente asociado con la excesiva exposición a la radiación UV del Sol o de fuentes UV artificiales.
El UVI es un importante vehículo para sensibilizar a la población de los riesgos de una exposición excesiva a la radiación UV y alertar sobre la necesidad de adoptar medidas de protección incidiendo en el mensaje de que la radiación es acumulativa y que la exposición en la vida cotidiana puede ser tan importante como la que se puede dar durante las vacaciones en climas soleados.
Alentar a las personas a reducir su exposición al sol puede disminuir la incidencia de efectos nocivos para la salud.
A nivel ocular esta radiación acumulativa provoca degeneraciones y patologías que en muchos casos son irreversibles. Por ello, los ópticos-optometristas animan al uso de gafas de sol homologadas.